¡Asquerosamente divertidos!
Y simpáticos, y optimistas pero realistas, y sensatos, y majos, y de pueblo… todo bueno vaya.
Nos encanta bromear, pero vamos muy en serio...
Un nombre peculiar. Mocos y roña. O te ríes de nosotros, o te ríes con nosotros, llámanos sólo si eliges la B, ¡no entretengas tampoco! No creo que nos interesa entonces tu opinión Alfredo.
La intención es que lo recuerdes, por absurdo, por simpático, por original, por bonito… porque es nuestro. Precisamente porque es nuestro, sabes que es nuestro. Mejor dicho, sabes que ¡tenía que ser nuestro! no podía ser de otros vaya.
Es curioso, porque hemos diseñado la forma y el tamaño de nuestros juegos pensando principalmente en que serían para adultos, pero quién conoce nuestro servicio por primera vez da por supuesto que son juegos, y por tanto, son para niños. A nosotros, que nos genera jugar tantas y buenas sensaciones (como a todo el mundo, queremos decir que nosotros seguimos jugando un montón) nos preguntamos ¿cuándo hemos dejado de jugar? ¿Cuándo ya «ni te lo planteas como una opción»?
¿Recuerdas cuando has quedado y el plan era…? Hoy quedamos para jugar a … Y reír, y llorar de la risa, y disparar la bebida por la nariz de la alegría, y dolor de tripa de partirte de risa…y reír, reír, y reír…



Si imaginas «saltar en charcos» probablemente imagines a niñxs con botas de goma de colores. A nosotros nos encanta, y no tenemos precisamente 12 años… ¡que tiempos aquellos años 90!
Hoy que todo son prisas, largas jornadas laborales, estrés, decisiones grandes y pequeñas, pero constantes… y agotadoras… estímulos inmediatos, bombardeos de información, reacciones instantáneas, cada vez todo mas rápido, mas corto, mas intenso, mas, mas, mas, mas…. ¡puf! agotador.
Hemos hecho un alto en el camino para darle una oportunidad a las buenas experiencias, lo ligero… reír, disfrutar, jugar…
Porque nos hemos convertido en adultos que se han planteado ¿por qué el tiempo de ocio y disfrute siempre es secundario cuando te haces mayor? Hemos creciendo aprendiendo a través del juego, las buenas sensaciones, la asociación acción reacción… y queremos seguir haciéndolo cada día.
¿Cuándo hemos dejado de jugar?

En esta casa se respira aire fresco, olor a hierba recién cortada, amor y optimismo… caminamos con los pies descalzos, gran parte del día solemos tener las manos pegajosas por explotar pompas de jabón hasta el aburrimiento y cantamos hasta que nos duele la cabeza.
¿Lo normal, no?
No hablamos el idioma del enfado y la grosería. Evitamos el conflicto y no creemos en que comunicarte de ese modo sea ni más efectivo ni tan siquiera necesario. Al menos con nos…
Seleccionamos a nuestros clientes si rien hasta llorar, acaban el concierto a pesar de la lluvia y creen en que tejer red y comunidad es la manera.
Si eres de grosería y enfado fácil… no somos tu proveedor. Sin acritud . Sólo intentamos construir círculos sociales sanos.
Nuestro servicio, es un complemento, nosotros creemos que necesario en la vida… Somos enriquecedores, terapeúticos, sanadores… pero no somos imprescindibles, en este proyecto el enfado no tiene espacio.

No nos tomamos la vida demasiado en serio, al menos eso que algunos consideran gravísimo… como olvidarse de haber respondido a un mail… ¿en serio? Si este es el drama de tu día ¡enhorabuena! tienes una vida llena de privilegios.
¿Qué hacemos exactamente? Bueno, aquí en Mocos y Roña, convertimos lo desagradable en diversión. Desde campeonatos de tira-mocos hasta festivales de costras, te prometemos que te reirás hasta que te duela el estómago. Nop, todo esto es broma…
Nuestro equipo de «artistas del asco» está listo. ¿Alguna vez has visto a alguien hacer malabares con mocos? ¡Nosotros lo hacemos!
Tampoco. Broma otra vez.
Pero no te preocupes, también somos conscientes del medio ambiente. Nuestros productos reciclados, muchos de maderas reutilizadas te permitirán disfrutar de la diversión de Mocos y Roña sin dejar una huella pegajosa en el planeta.
¡Ojalá! cada vez que podamos encontrarnos, al día siguiente con toda la resaca de felicidad, el dolor de piernas oliendo a pomada antiinflamatoria, los zapatos en el felpudo, el pelo revuelto, la legaña pegada, y el analgésico al lado de la infusión puedas simplemente decir «¡Eso fue asquerosamente divertido!»